martes, 10 de febrero de 2009

Del amor insomne



Bebías cogñac para escaparte de vos. Escaparle a tu voz. Y sobre todo a la suya. Esa miasma vertida por tus sienes, esa pulcritud en las palabras selladas.
Y tu vida consumada en el hecho de olvidarlo. Sobre la lluvia que caía, caía la ilusión de su muerte, la razón consecuente de su hablar: él habla para morir- te decías cigarrillos tras cigarrillo-. Él habla, sólo habla para su propia muerte...la cual no puede ser separada ni un milímetro de la tuya, pues él, en posesión de tu espíritu ha dado a ser vos, solo que tu voz ahora es mas ronca y tu canto un tanto funerario sólo alegra los días de lluvia. Entonces mientras llueva, sentirás el vigor de la vida. Mientras se viertan las gotas en el fervor del día sentiras acometido tu sentido. Ahora el día que el sol renazca por entra las hendijas de la persianas, dirá tu voz, tu ser con él,"Dolerá hasta que caiga la última capa de piel".

*"Toulouse Lautrec" por Cris Acqua.

No hay comentarios: