viernes, 12 de febrero de 2010

Yves Lacoste (I)

Desde finales del siglo XIX puede considerarse que existen dos geografías:
La primera, de origen antiguo, la geografía de los estados mayores, es un conjunto de representaciones cartográficas y de conocimientos variados referidos al espacio; este saber sintético es claramente percibido como estratégico por las minorías dirigentes que lo utilizan como instrumento de poder.
La otra geografía, la de los profesores, aparecida hace menos de un siglo, se ha convertido en un discurso ideológico que cuenta entre sus funciones inconscientes la de ocultar la importancia estratégica de los razonamientos que afectan al espacio. No sólo esta geografía de los profesores está alejada de las prácticas políticas y militares, así como de las decisiones económicas (pues los profesores no participan en absoluto en ellas), sino que disimula a los ojos de la mayoría la eficacia del instrumento de poder constituido por los análisis espaciales. Gracias a ello, la minoría en el poder, muy consciente de su importancia, es la única que los utiliza, en función de sus intereses, y este monopolio del saber es tanto más eficaz en la medida en que la mayoría no presta la menor atención a una disciplina que considera tan totalmente inútil.
A partir de finales del siglo XIX, primero en Alemania, y después fundamentalmente en Francia, la geografía de los profesores se ha desplegado como discurso pedagógico de tipo enciclopédico, como discurso científico, enumeración de elementos de conocimiento más o menos unidos entre sí por diferentes tipos de razonamientos dotados todos ellos de un punto común: ocultar su utilidad práctica en la dirección de la guerra o en la organización del Estado...

1 comentario:

Blonda Normanda dijo...

"A partir de finales del siglo XIX, primero en Alemania, y después fundamentalmente en Francia, la geografía de los profesores se ha desplegado como discurso pedagógico de tipo enciclopédico, como discurso científico, enumeración de elementos de conocimiento más o menos unidos entre sí por diferentes tipos de razonamientos dotados todos ellos de un punto común: ocultar su utilidad práctica en la dirección de la guerra o en la organización del Estado..."

Para hacer la paz también.
¡Te amo!