sábado, 2 de enero de 2010

sin título

Camine derechito, bien derecho entre las lonas que cuelgan a sus costados y recuerde bien la lista que le dieron. Retenga brevemente esos datos y luego, vuelva a mantener el equilibrio que venía teniendo. No se caiga o las patadas le van a llover.
Mire haciendo que no mira y adivine quienes lo están observando. Cuando tenga miedo, ahi cierre los ojos; esta acción repítala unas cuarenta veces.
Se dará cuenta que mientras esto le pasa y hace que pase hay otras cosas que suceden; pero usted sabe también que eso no importa, que lo que importa es usted. Por eso, deje que ellos se preocupen por ellos; usted confórmese con no perder el equilibrio y recordar esos datos.
Seguramente, ahora nota una serie de adoquines. ¿Sabe quiénes los depositaron ahí? Los ingleses. ¿No me cree? O sea que si le digo que hace más de cien años, menos aún me va a creer. Si le sirve (comprendiendo el momento que está pasando) piense que los pusieron ahí sólo para que usted en algún momento los pisara.
Con ese jueguito estúpido que suelen plantearse las personas que conocemos perfectamente como lo es usted va a tener un poco más de seguridad en sí mismo. Por lo tanto, le vamos a poder decir con mi compañero qué es lo que hacer ahora que se planteó todo esto.
-Por supuesto que sí. Y sólo es el comienzo. ¿O cree que nosotros somos tan inexistentes como los ingleses? Siempre hay alguien que le arma el mundo; y usted lo mejor que pudo hacer es disfrutar de ello ignorantemente; pero usted insistió largo y tendido y hurgó cuantos recovecos encontró y al final su estupidez le dio cabida a la pérdida de la ignorancia que lo hacía feliz.
Como usted adivinará, ahora va a tener que seguir los pasos sabiendo a dónde llevan. Y no ponga esa cara. (...). No, no sea idiota, no piense que estamos detrás de las lonas. Hay métodos mejores y no hablo de ningún panóptico. Usted sabe perfectamente a qué me refiero. ¿O perdió en la memoria aquéllo que pensaba cuando era chico? ¿Lo recuerda? Esas mismas lonas, esos mismos adoquines y esos mismos datos. Bueno, ahí los tiene. Seguramente recordará las patadas. De usted depende ahora. Camine derechito.

No hay comentarios: