Para allá mira y se va
no quiere nada que lo distraiga;
como una hoja flota
en la neblina que es eterna.
Nadie llama,
nadie va a estar.
Un reloj y una pulsera
y a cobrarle al patrón;
se anticipa al milagro
y se rasca contra la estaca.
Nadie escapa,
nadie de acá se va.
Ahondando mentiras
el cordero se porta mejor:
una campana
y dos y tres
y al cuchillo se va...
nada mejor para tus sueños
que una salida rápida
y sin confesar.
Para allá mira y se va,
no quiere nada que lo distraiga;
se ríe y festeja
que nadie llama,
que nadie va a estar.
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1 comentario:
¡Me encantó! ¡Los quiero ver tocar ya!
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