Llamo a mi esposa: Gala, Galuchka, Gradiva (porque ha sido mi Gradiva); Oliva (por el óvalo de su rostro y el color de su piel); Oliveta, diminutivo catalán de oliva (aceituna); y sus delirantes derivados: Oliueta, Oriueta, Buribeta, Buriueteta, Suliueta, Solibubuleta, Oliburibuleta, Ciueta, Liueta. También la llamo Lionette, porque ruge, cuando se enoja, como el león de la Metro-Goldwyn-Mayer; Ardilla, Tapir, Pequeño Negus (porque se parece a un animado animalito selvático); Abeja (porque descubre y me trae todas las esencias que se convierten en la miel de mi pensamiento en la atareada colmena de mi cerebro). Me trajo el raro libro de magia que debía nutrir mi magia, el documento histórico que probaba irrefutablemente mi tesis cuando estaba en proceso de elaboración, la imagen paranoica que mi subconsciente deseaba, la fotografía de una pintura desconocida destinada a revelar un nuevo enigma estético, el consejo que iba a salvar del romanticismo una de mis imágenes demasiado subjetivas. También llamo a Gala Noisette Poilue-Avellana Vellosa (a causa del finísimo vello que cubre la avellana de sus mejillas); y también «campana de piel» (porque lee para mí en voz alta durante las largas sesiones de mi pintura, produciendo un murmullo como de campana de piel, gracias al cual aprendo todas las cosas que, sin ella, no llegaría a saber nunca).
Pablo neruda: Veinte poemas de amor y una canción desesperada, Los versos del capitan, Cien sonetos de amor, Las uvas y el viento.
Arthur Rimbaud: poesía completa.
Jorge Luis Borges: Fervor de Buenos Aires.
Julio Cortázar: Salvo el crepúsculo.
Oliverio Girondo: Veinte poemas para ser leídos en el tranvía, Calcomanias.
Delmira Agustini: Los calices vacios.
Amado Nervo: Perlas negras, Plenitud.
Leopoldo Lugones: Las montañas del oro.
Jacques Prevert: Palabras.
Astros novelistas
Pablo Neruda: Confieso que he vivido.
Isabel Allende: La casa de los espíritus, Hija de la fortuna, Retrato en sepia, Ines del alma mia, Paula, La suma de los días.
Crónica de una muerte anunciada, Memoria de mis putas tristes.
Gabriel Garcia Márquez: La hojarasca, Cien años de soledad, El coronel no tiene quien le escriba.
Adolfo Bioy Casares: La invención de Morel.
Julio Cortázar: Rayuela.
Jose Marmol: Amalia.
Ray Bradury: Cronicas marcianas.
Honore de Balzac: Papa Goriot.
Nikolai Gogol: Taras Bulba.
Howard Fast: Espartaco, Silas Timberman, Los inmigrantes, Segunda generación.
Leon Tolstoi: Ana Karenina, La muerte de Ivan Ilich.
Fedor Dostoievski: crimen y castigo, el jugador, la casa de los muertos, diario de un escritor.
Astros cuentistas
Nikolai Gogol: El Capote.
Julio Cortázar: Historia de cronopios y de famas, Bestiario, Final del juego.
Jorge Luis Borges: Ficciones, Cuentos breves y extraordinarios, Historia de la eternidad, El libro de los seres imaginarios, Historia universal de la infamia.
Horacio Quiroga: Cuentos de la selva, Cuentos de amor locura y muerte.
Gabriel Garcia Marquez: La increible y triste historia de la candida erendira y de su abuela desalmada.
Edgar Allan Poe: Narraciones extraordinarias.
Anton Chejov: La dama del perrito, Enemigos, El hombre enfundado, La corista ( relatos cortos)